lunes, 27 de diciembre de 2010

Besos a través del mundo.





Leyes sobre la homosexualidad en el mundo
     Sin información
Comportamiento homosexual legal
     Matrimonio homosexual     Uniones civiles     Reconocimiento de matrimonios homosexuales realizados en otros países y/o estados     Sin uniones civiles
Compotamiento homosexual ilegal
     Pena menor     Pena mayor     Cadena perpetua     Pena de muerte




"La homosexualidad se expone a la pena capital en Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Sudán y Yemen, mientras que también es perseguida y castigada en otros estados: Bangladesh, Bután, Guyana, India, las Maldivas, Nepal, Singapur y Uganda."


"El matrimonio homosexual es el reconocimiento social, cultural y jurídico que regula la relación y convivencia de dos personas del mismo sexo, con iguales requisitos y efectos que los existentes para los matrimonios entre personas de distintos sexos. Éste es el paso más avanzado para el total equiparamiento de derechos y deberes entre los ciudadanos homosexuales y heterosexuales, y sólo se ha aprobado en los Países Bajos (2001), en Bélgica (2002), en España (2005), en Canadá (2005), en Sudáfrica (2006), en Noruega (2008), en Suecia (2009), Portugal (2010), Argentina (2010)."


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Hoy, por curiosidad, quise consultar un dato sobre como estaba la aceptación de la homosexualidad. Como no, la wikipedia fue la primera en brindarme una respuesta. Sin embargo, encontré multitud de datos con los que realmente no contaba (arriba expresados), datos que me sorprendieron, principalmente en el plano negativo. Realmente, yo daba por asumido que países como Francia, Reino Unido y así tendrían el matrimonio homosexual como un derecho, error grave por mi parte, obviamente, pero la sorpresa no deja de ser desagradable. Realmente lo único que anima es ver que se incrementa el terreno que le vamos ganando a la injusticia y a la desigualdad de derechos.


Eso me ha hecho pensar, dejar que mi cerebro viajara entre los vuelos de mis cavilaciones, recorriendo cada recóndito rincón de mi cabeza. El tetris de países y las condiciones que mantienen respecto a la homosexualidad hace que prácticamente tenga que memorizar qué puedo hacer y no hacer en cada uno, saber dónde puedo besarme con mi pareja, en el momento que la tenga, o no... y es algo realmente triste -No, espera cariño, que estamos entrando en "X" y ahora nos pueden condenar a muerte incluso-. Suena ya a chiste.


Puede parecer que el título no es acertado, o que no está en exceso relacionado con el tema, pero yo creo que realmente en el caso de los gays, en ocasiones, un beso, o lo que supone el poder besar, es casi como el premio tras ganar la medalla de oro de una maratón. Intenso, costoso, difícil, pero muy satisfactorio al lograrlo. Y tal y como en España vamos por un kilómetro bastante próximo al 42 (aunque parezca mucho), de lo cual, al contrario de muchos otros aspectos del país, puedo sentirme orgulloso, en otros países el kilómetro 1 aún queda a unos 900 metros de distancia, mientras el corredor porta una mochila de ladrillos y lleva su propia cruz a cuestas.


Sin más, buena suerte, y buena ruta, porque realmente a veces es difícil qué decir.




sábado, 25 de diciembre de 2010

La caza de los idiotas.

"El frío intenso y el terreno helado sobre el que se desarrolla, hace que su caza sea una de las más duras y peligrosas. El cazador tiene que combatir con condiciones climáticas extremas e imprevisibles, con temperaturas bajísimas, de 20 hasta 40 grados bajo cero, y con repentinas tormentas de nieve, pero con la enorme satisfacción de poder obtener uno de los trofeos más difíciles y temibles del mundo."


La caza ha sido llamada deporte, diversión... yéndose más allá de lo que en cualquier momento debería haber sido: una simple y pura necesidad. Sí, señores, la caza nos sirve para seguir las llamadas cadenas alimentarias, y una cosa es cazar para alimentarse, y otra cazar como trofeo. Ese fragmento está extraído de una página sobre la caza del oso polar, en la cual se informa de que este animal es extremadamente difícil de cazar porque él a su vez intenta cazar al humano, presa relativamente fácil para él. Y sí, el caza por instinto animal, como defensa o protección. El ser humano lo caza para poner su cabeza disecada sobre una chimenea (sobre todo hablando ya del caso de este animal, cuya carne no suele ser plato que degusten nuetros paladares, como puede ser la ternera o el cordero). Pues déjenme decir mi opinión: ASCO. Sólo esta palabra puede describir la vergüenza que siento al oír hablar del deporte de la caza. ¿Deporte? Si quieres afinar la puntería le tiras un dardo a una diana, no a un animal que ha estado y no sé si sigue en peligro de extinción, y como él, otros muchos. Yo, quizá un poco radical, cogería a todo cazador que gusta de su actividad y lo metería en una isla. Entonces sería yo quien comenzara la caza. 50 puntos a quien le de en el pecho y 100 en la cabeza. Y, sin ánimo de ser sádico, creo que me lo pasaría de miedo.


Realmente no hace falta irse tan lejos para ser testigos del maltrato animal y del gusto por hacer daño a los animales bajo la palabra arte, pero pongo este ejemplo para que se vea hasta donde podemos llegar por una diversión malsana. (además tengo predilección por este animal, no puedo evitarlo). Como no, hablo del toreo, esa actividad de retrasados, asesinos e imbéciles que se sienten artistas por cortarle las orejas y la cola a un animal. Realmente no creo que quitarle la "cola" al torero le hiciera tanta gracia. 


Mi mente jamás podrá comprender qué tiene de divertido y de arte ver morir a un animal, y regodearse y hacer eco de ello. ¿Dónde están entonces las peleas de gallos? ¿Dónde han quedado las peleas de perros? ¡Pongámolos a todos a pelearse y hagamos una vorágine de sangre y despropósitos!


Es así que cada vez que veo que el gentío, para mi en este caso la plebe, aúpa a un torero hacia la puerta grande, victorioso tras defenestrar a un animal que sólo pretende salir de allí sin ser con las patas por delante, lo que veo es la mierda que el ser humano tiene en su cabeza, la porquería infecta que llena la cabeza de mucha gente como para poder querer que un animal sufra. ¿Tan desgraciada es tu vida? Pues jódete. Así de fácil. Pero ni un toro, ni una ardilla, ni siquiera un lagarto, va a tener la culpa de que tu existencia esté vacía, de que seas estúpido y de que tus genes tengan un cromosoma de menos.


Es mucho lo que la naturaleza nos da y muy poco lo que tenemos que dar a cambio, sólo hay que limitarse a intentar estropearla lo menos posible, no es tan difícil.








miércoles, 15 de diciembre de 2010

O encontro con xela.

Una persona me animó a publicarlo, y otra persona cuyo criterio valoro mucho me dijo que le gustaba. Así que allá va. El gallego no suele ser lo mío, pero bueno, es lo que hay. Aquí va un pedacito de mi creación artística.


Ollos cruzados no hourizonte:
unha mirada, unha luz, un estalo…
sen embargo,
ollo sen retina,
mirada invisible,
luz negra dun misto non aceso,
estalo de silencio que desdebuxa os corazóns.
Unha alma xermola, é semente,
e talo, e follas do sublime desexo,
muro sen portas ou límite,
sabor amargo de inconsciencia,
raio sen fin planeando sobre o meu ser, dourado eu,
cores sen dono dun pallaso poeta
que rin dos papaventos nómadas.
Voltas dunha noria arriba e abaixo,
contedor do que os sentimentos escapan sen rumbo.
Unha mao tendida, ardente, quente,
trapecio das emocións, sen equilibrio,
caldeiro no lume da luxuria,
amor que atrapa os medos
ás rendas dunha calesa destrozada.
Pero todo pasa, río e vento sen son,
árbore que renega ante o muro, murcha,
combate contra unha sombra desaparecida.
Arrepentimento. Mágoa. Desilusión.
O espantallo do medo rindo, amosando
un amplo sorriso desdentado, lingua de trapo.
Lúa sen cuartos nun ceo Romeo de amor.
Unha esperanza sen principio, fin ou Isolda.

martes, 14 de diciembre de 2010

Espejismo.

Sé que te he perdido. De hecho, ya lo sabía hace mucho tiempo. ¿Sabes en los cuentos, cuando se ve un oasis en el desierto? ¿Cuántas veces es un espejismo? Muchas. Tú has sido mi oasis, mi ilusión. No has hecho nada para darme a entender nada, pero yo he visto lo que quería ver. Y ahora que mi propia objetividad me permite ver lo que he hecho, me culpo. Me culpo por vivir en la irrealidad y me culpo por no enfrentar las cosas con valor y con decisión. Pero nunca me puedo ni podré culparme por quererte. Porque no puedo evitarlo. Haces que mi cuerpo se estremezca cuando te veo. Haces que cada vez que te veo mi mirada se quede perdida, que sueñe con perderse entre tu pelo. Me has hechizado. Y, ¿sabes qué? Soy el titere de tu hechizo, y aunque intento romperlo, no puedo evitar querer dejarme llevar por su reflejo. Porque consciente de mi irrealidad, no quiero que desaparezca. Quiero seguir soñando que tú piensas en mí. Quiero seguir pensando que puede que algún día te acerques a mi y me sonrías de un modo en que yo simplemente me derretiría. Y ese estado entre el ser consciente de lo imposible y aún así seguirlo queriendo, me está haciendo perder el juicio.


Tú, por supuesto, no sabes nada de esto, ni lo sabrás. Sufriré en silencio, no quiero crearte una preocupación que no te mereces. Tú simplemente eres amable conmigo, y nadie puede culparte por eso, ni mucho menos. Aunque me estés haciendo daño. En el fondo te odio por ser amable, pero al mismo tiempo me encantas. La historia de mis contradicciones añade un nuevo guión a su lista. Un guión que no será ni mucho menos el último.


En resumen, a veces querer es una putada. Pero más vale querer y caer, que nunca haber querido. O eso dicen. quiero creer que es así. Necesito creer que es así.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La cruda realidad.

El reloj marcaba las ocho y media de la tarde. La noche había caído sobre la ciudad dejando un manto de estrellas por cielo. Me asomé a la ventana y miré a la inmensidad. Unos instantes después salí de mi ensimismamiento y abrí el armario. El traje para la cena estaba listo. Odio los trajes. Siempre me han parecido incómodos, y realmente deprimentes. Pero era una ocasión importante y había que ir bien arreglado. Con resignación, me embutí la camisa, los pantalones y la chaqueta. Unos zapatos negros y una corbata insulsa coronaban mi imagen. La imagen me dejó la boca seca, como quien saborea algo que sabe que no es de su agrado. Afortunadamente, un poco de agua quitaba esa sensación. La incomodidad del traje seguía ahí.


Una hora más tarde llegaba al restaurante. Saludé con rigor a todos mis conocidos e intenté juntarme con quién creía más cercano a mi conversación. Unos minutos después entró un chico de mi edad. Vestía unos vaqueros desgastados y una camisa a cuadros negros y azules, deportivas y grandes gafas de sol. Se dirigió a mi y me preguntó si yo también participaba en la cena que había a las diez. Le conteste que sí y se ausentó para ir al baño. Recién se había marchado miré a las personas con las que conversaba. Sus caras decían todo. Que si como puede ir así vestido, que si que desfachatez, que si que falta de respeto... hombre, yo realmente no hubiera escogido ese modelo, pero tampoco me pareció nada tan grave, y así lo hice saber, de manera solapada y discreta. Un aluvión de críticas volo sobre mi cabeza y me explotó en la cara. Mi boca se selló desde entonces.


A partir de ese momento mi propia reflexión se convertía en algo mucho más interesante. Me fijé en lo que yo mismo había pensado hacía un momento: "yo realmente no hubiera escogido ese modelo..." ¿Realmente estaba llevando yo el modelo que quería? ¿Un traje que realmente me daban ganas de quemar? No. ¿Quién era entonces el digno de crítica: el que se atrevía a ser él mismo, o quién como un borrego seguía al rebaño? Francamente, me gustan los vaqueros gastados. Y me quedan mucho mejor, he de decir, aparte de que me resultan mucho más cómodos. Sí, hay normas sociales, y sí, también hay mucha estupidez. Nadie va a ser mejor profesional, una persona mejor... por llevar traje en vez de vaqueros, por estirar el meñique al tomar el té o coger la taza con la mano... Todo pura apariencia. Son otros actos los que nos definen. Hoy en día para muchas cosas es necesario conocer los protocolos sociales, y llevarlos a cabo. No soy estúpido, si voy a una entrevista de trabajo quiero que me contraten. Pero ni una obligación social más de las estrictamente necesarias para triunfar, y luego, desde arriba, poder cambiarlo.


Eran ya las doce y media. No tenía interés por permanecer allí más de lo necesario después de ver a mis compañeros de mesa. Asier, así se llamaba el chico, me dijo de salir de allí ya e ir a tomar algo. Un chaval muy majo. Auténtico, sin tonterías. Alguien con quién poder conversar. Lo mejor de la noche, sin duda. Un rato después me dirigía a mi casa. Decidido, me quité la corbata y la tiré en el cubo de basura de al lado de mi casa. Si mis propósitos se cumplían, no la iba a necesitar en mucho tiempo. Había ganado un amigo y una convicción firme. No todas las noches son tan productivas.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Calle corazón, Nº7.

"Hoy, tras alguien entrar de golpe en mi casa, y quedarse un instante, se ha marchado sin dar explicaciones. Me había hecho ilusión la perspectiva de una visita. Otra vez será." 07-12-2009

"Por fin me he decidido. Hoy he cerrado las ventanas de casa. Y no sólo eso. Las he tapiado, nadie podrá entrar por ellas, ningún espíritu errante, ningún alma en busca de consuelo, ningún visitante taciturno. Nadie." 04-02-2010

"Hoy he comprado un papel para la pared muy gordito, que me aísle bien del frío, y que no permita escaparse al poco calor que queda dentro. Parece el caparazón de una tortuga." 22-07-2010

"Hoy he cerrado la puerta de mi casa. Justo antes había intentado salir, pero un abismo se me abrió a los pies. Creí que esta vez lo estaba consiguiento, pero no. Otra vez he tenido que volver. Y me he cansado de intentar salir. He ahí el porqué de mi decisión." 25-10-2010

"Llevo dos años ocupándome de resguardar mi casa del frío, y de todo aquéllo que pueda hacerme daño. Porque sí, cuando me he decidido a salir de mi coraza, me han hecho daño, y la sensación no me ha gustado nada. Vivo en villa Corazón, en la calle alma, al fondo del todo, donde duermen los sentimientos. Hoy, me han reventado la puerta, las ventanas se han abierto de golpe, y las paredes de mi casa se han reblandecido. Y otra vez han desaparecido. ¿Sería otra vez aquél visitante misterioso? No, no era él. Pero me ha hecho volver a sentir ilusión, y he comprendido que no puedo cerrar jamás mi casa.¿Por qué? Porque algún día un visitante que sea de mi agrado, decidirá quedarse, y yo querré que se quede.
Sí, he tardado dos años en darme cuenta, en percibir que no todos los sentimientos están dormidos en mi calle. La esperanza y la ilusión echan chispas constantemente. Sí, puede que aún falten unas cuantas visitas para encontrar la adecuada, para que esa ilusión se convierta en algo más. Pero la alegría que me da el haberlo descubierto, hará que jamás me lo guarde para mi. Quiero que todos compartan mi alegría. Quiero dar vida. Quiero vivir." 11-10-2010


miércoles, 8 de diciembre de 2010

El despertar.

Sobresaltado, me incorporé en la cama. Las mantas estaban por el suelo, y yo tenía muchísimo calor. Sorprendido, observé que aún llevaba puesta la ropa del día anterior. La cabeza me daba vueltas y prácticamente no era capaz de respirar. Haciendo un esfuerzo inhumano me levanté, arrojé la chaqueta a un lado y me observé en el espejo. Parecía no haber dormido en días. Y en cierto modo, así era. Cada vez que mi cabeza rozaba la almohada, en vez de descanso sólo obtenía tormentos. Él. Mi tormento. Cuantas noches pensando en cómo sería estar con él, que se fijara en mí y que me quisiera. Cuantas noches de sueños incumplidos.

Una vez más mi pensamiento formó su imagen ante mi, no sólo su físico (sus profundos ojos, su rostro angelical y su encantadora sonrisa entre otros atributos): su amabilidad, bondad, gracia, sentido del humor, y perfección. Hastiado, volví a la cama, me di la vuelta y enterré mis ojos en las sábanas, fuertemente cerrados, intentando evitar pensar en él. Como siempre, de manera inútil. ¿Cuántas veces me habría gustado decirle lo que siento? Una vez me dijeron, 99 por ciento racional, 1 por ciento emocional. Y sí, de nuevo mi cerebro obstruía el deseo de mi alma, imponiéndose el raciocinio. Puedo perder a esa persona para siempre. Puedo llevarme un chasco. Puedo hacerme daño. Puedo, en definitiva, fracasar, lo que quizá más miedo me da. Acostumbrado a ser una persona que consigue lo que quiere, caer derrotado nunca me sienta nada bien.

Volví a incorporarme. Otra vez las mismas divagaciones, el mismo gusano infecto recorriendo los rincones de mi cerebro y extendiéndose por mi alma. Una lágrima cayó por mi ojo derecho. Realmente, no podía seguir así mucho tiempo, porque quizá hubiera consecuencias peores. A este paso, podría estallar en un mar de furia contra alguien que no lo merece. O simplemente, volverme loco. Esa es la consecuencia de reprimir los sentimientos. Hasta el ser más racional sabe que uno no se puede guiar sólo por la razón. Y hay a quién no se nos le da bien salir de ese terreno. Alguien, que, en definitiva, teme no tener todo bajo control, porque ya se sabe, el corazón puede llevarte por caminos que nunca imaginaste. Caminos en ocasiones dificiles, pero a fin de cuentas, maravillosos si te atreves a buscar alguien con quién compartirlos.

martes, 7 de diciembre de 2010

Sonrisas.

Hay sonrisas de todo tipo: sonrisas pícaras, cuando sabes que algo que te regocija va a suceder; sonrisas cómplices, que te unen íntimamente a otra persona; sonrisas sufridas, cuando la felicidad aparece después de tanto tiempo; sonrisas limpias y puras, como cuando ves a un niño en su sillita; sonrisas vacías, que ocultan una desdicha que quiere manifestarse; sonrisas cariñosas, al conectar con alguien, apoyarle y reír con él; sonrisas de dolor, cuando algo que te perjudica era lo que desdichadamente tenías que hacer


Creo que en esta entrada me voy a inclinar por una sonrisa sincera, la sonrisa de quien inicia un nuevo proyecto, una nueva manera de expresarse y de avanzar interiormente. Una sonrisa, por supuesto, que espero compartir con todo aquél que quiera compartirla conmigo. Así desde hoy intentaré renovar a menudo este blog, al que vendré con una sonrisa a veces positiva, otras veces no tanto, pero al que a fin de cuentas vendré, y que espero que os guste.

http://www.youtube.com/watch?v=n4OS3MsWEtw