lunes, 31 de octubre de 2011

Hacia lo salvaje.

Tengo abandonado el blog, lo reconozco, y algún día lo retomaré como se merece, prometido. Pero de momento simplemente quiero ayudar a hacer un poco de publicidad de un grupo que hacía tres años que no sacaba un disco al mercado, que ha tenido el valor de ir por libre, y que nuevamente nos regala parte de la mejor música española. Sí, hablo de Amaral, por supuesto. Os dejo aquí la crítica por parte de la revista "Rolling Stone", así como los enlaces a un par de canciones, que espero que os gusten tanto como a mí.




Crítica: Amaral, 'Hacia lo salvaje', Antártida




EVA Y JUAN HACEN EL DISCO QUE LES PIDE EL CUERPO, A BASE DE GUITARRAZOS Y REVUELTAS. Y EL RESULTADO, COMO ERA DE ESPERAR SEGÚN ESA TESIS, ES EL DISCO MENOS AMARAL DE AMARAL. POR LINO PORTELA

Amaral va a tener un problema con éste su sexto disco. Una de las grandezas del grupo zaragozano, con casi 15 años de carrera a sus espaldas, es que sus canciones tenían la capacidad de gustar a los seguidores del pop comercial, a los musiqueros más entendidillos y quisquillosos y a las amas de casa. Es decir, un grupo para todos los públicos, que se ha ganado el respeto de todos con una trayectoria impecable. En Hacia lo salvaje, las amas de casa se van a enterar de poco. Quizá, inconscientemente, esa parece haber sido la intención de Eva y Juan: no tirar por el camino fácil y evidente, no hacer lo que se esperaba de ellos sino lo que les pedía el cuerpo. Amaral nunca han sido unos de esos grupos obsesionado por lo que piensan sus seguidores y empeñados en gustar a toda costa. Ahora lo han llevado más allá. “Esto es lo que nos apetece hacer ahora”, parece que dicen aquí. “Si os gusta, mejor, pero a nosotros nos encanta”.
Han acertado, aunque el resultado no es fácil de asimilar. Es el disco menos Amaral de Amaral. Difícil de digerir –¿quién dijo que esto tenía que ser fácil?–, no tiene grandes singles ni reventarán las monolíticas radiofórmulas (cada vez más faltas de guitarras). Esto hace que en sus primeras escuchas el álbum deje un poco frío, pero más allá de lo superficial depara agradables sorpresas. Tantas que, a la hora de hacer balance, te das cuenta de que lo que tienes en las manos es un muy buen disco. Por eso lo mejor es no pensar en términos comerciales (para eso realmente ya están otros). Hacia lo salvaje es sincero, directo y artesanal. Sin fuegos artificiales pero con varios de esos momentos capaces de pellizcarte el estómago y teletransportarte al particular universo de Amaral.
Ese universo que esta vez se mueve alrededor de la naturaleza y el mar (Hacia lo salvaje o Riazor), la huida (Antártida), los personajes al límite (Si las calles pudieran hablar), la rebeldía (Como un martillo en la pared) o la búsqueda (Montaña rusa). Sus letras miran más de fuera hacia dentro, lo que hace que sea un disco más introspectivo y menos expansivoque sus anteriores trabajos. En cuanto a la música, se han decantado por un sonido más guitarrero, crujiente y sin artificios. Tanto que en ocasiones recuerda a los R.E.M. de los ochenta o al Tom Petty más directo.
Hay cuatro canciones que tiran del disco: Hacia lo salvaje, el primer single, que pese a ese desconcertante comienzo coge fuerza al llegar al estribillo para convertirse en una canción seductora. Lo mismo que Antártida, una de las mejores, que con su inquietante “pequeña Caroline” y su medio tiempo tiene la facilidad de agarrarte del cuello y atraparte. Montaña rusa es otra de las piezas bandera del disco: empieza con un robusto bajo y cierto aire ochentero. Su estribillo (“Perdida como un perro voy, en busca de aventuras”) te desarma. “No soy ninguna santa”, canta Eva. Robin Hood es el único tema acústico, que va creciendo para convertirse también en otro de los aciertos del álbum. Hasta aquí las joyas de la corona. Pero hay más: sorprende el sonido country rock de Si las calles pudieran hablaruna canción de desesperación cargada de luz: va sobre una chica bien que acaba tirada en la calle por culpa de la droga.
Hacia lo salvaje también tiene momentos, digamos, fácilmente prescindibles. Ocurre en Como un martillo en la pared, la canción que seguramente compusieron inspirándose en el 15-M, ya que se respira el mismo aire revolucionario que vivían ellos en su estudio al lado de la Puerta del Sol, en Madrid, cuando grabaron el disco. O como en Hoy es el principio del final, el tema más Amaral del disco que, pese al sorprendente falsete de Eva en el estribillo, podría haber sido una cara B de sus anteriores trabajos. Pese a todo, Hacia lo salvaje es personal, a veces inquietante y difícil, pero notable. Tiene la virtud de mostrar el honesto estado actual del grupo: Amaral ha quitado el freno de mano, ha evitado repetirse (gran mérito) y ha hecho lo que le ha dado la gana. Lo han conseguido y merece la pena.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Y aquí los enlaces con mis canciones preferidas :)

COMO UN MARTILLO EN LA PARED: http://www.youtube.com/watch?v=iRf-4pPIZ50

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ya por último, el sorprendente y distinto videoclip de su primer single, hacia lo salvaje :)

Thanks for reading :)

martes, 21 de junio de 2011

Cuando la democracia tiró la toalla.


Me gustaría comenzar esta entrada diciendo que a mi los partidos políticos mayoritarios, como ya dije en alguna ocasión, me parecen ambos realmente incompetentes (PSOE ou PP, a mesma merda é). Siempre que se habla de  la política de este país recuerdo una frase de mi madre, cuya razón cada vez veo más patente: "Ser político y buena persona es incompatible", a lo que yo añadiría, ser un político que ocupa un cargo relativamente alto y buena persona es incompatible, ya que si creo que algún político, precisamente por ser honrado, no pueda crecer en su carrera política y se vea en medio de un montón de crápulas que sólo buscan una vida cómoda.
Así es que me gustaría plasmar el contenido de un evento que me llegó hace escasos minutos vía tuenti. Aunque obviamente esta no es la vía que más fiabilidad puede dar, considero que en este caso no se aleja demasiado de la realidad, lo cual no deja de ser triste y bochornoso.


-------------------------------------------------------------------------------------------

Leyre Pajín se queja, tal vez con razón, de que el montante de su sueldo se haya aireado en los medios de comunicación... Se habló de que la secretaria de organización del PSOE trincaba veinte mil euros mensuales, limpios de polvo y paja, pero la propia interesada ha aclarado que no, que son sólo cinco mil. "Una miseria" le ha faltado añadir.
A continuación ha aclarado que se embolsa otros 90.000 euros al año por haber sido Secretaria de Estado, pero eso no es un sueldo sino una indemnización que todos los altos cargos se embolsan durante dos años tras dejar el puesto.
Pajín es el ejemplo claro de por qué el sistema no da más de sí. Una señorita que no ha hecho otra cosa en su vida que medrar en un partido político, está con treinta y pocos años trincando doce mil euros mensuales del bolsillo de todos los españoles. Jamás ha trabajado, jamás ha tenido contacto con la economía real, no sabe lo que es una empresa, ni el esfuerzo que se necesita para sacarla adelante, no sabe cómo se crea un puesto de trabajo ni se ha presentado jamás a unas duras oposiciones. Su único mérito es ser socialista. 12.000 euros de trinque al mes, con dos ovarios.
Y si alguien la crítica es por machismo, como acaba de contar en su blog.. (El cual no tiene desperdicio)¿Y aún hay quién se pregunta por qué nos vamos al carajo a toda velocidad?
Doña Leire Pajín, dentro de unos días pasará a ocupar su puesto como senadora, en virtud del acuerdo al que han llegado Psoe y Pp.
A partir de dicho momento la Sra. Pajín , pasará a disfrutar lo que comúnmente se denomina economía -más que- sostenible y así a hacer los primeros ensayos de futura ley.
Pero vayamos por partes. Pajín, cada mes, cobrará
su sueldo como senadora................................................................... 5.500 €/mes
su sueldo como secretaria de organización del Psoe...................... 6.500 €/mes
su ¡¡¡ Indemnización !!!! como ex-secretaria de Estado de cooperación *................................................................................. 7.000 €/mes
dietas ................................................................................................. 1.800 €/mes
TOTAL ............................................................................................... 20.800 €/mes
TOTAL ANUAL................................................................................. 291.000 €/año
* este cargo lo abandonó en julio, pero mantendrá esta indemnización durante 2 años (como cualquier trabajador, vamos).


Y esto en plena CRISIS en España con 5 Millones de PARADOS.
Donde cientos de miles de trabajadores cobran el 
SALARIO MÍNIMO de 624 €/mes (8.736 €/año)
Y donde más de 8 millones de personas están bajo el umbral de la POBREZA


¿Esta es la política del servicio público y del bien común?
¿O la España del pelotazo y la corrupción legal?


Ha dicho la Vicepresidenta del gobierno que es indecente que mientras la inflación es -1%,y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de acuerdo en alargar la jubilación a los 70 años.
Nos gustaría transmitirle a esta "Sra. Vicepresidenta" y a todos los políticos, lo que consideramos indecente :
INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes.
INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados).
INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo. (ni cultural ni intelectual.)
INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
INDECENTE No es que no se congelen el sueldo sus señorias, sino que no se lo bajen.
INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.
INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos
de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.
Haz que esto llegue al Congreso a traves de tus amigos 
HAY QUE PONER REMEDIO A ESTO YA!!!!


-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Así, a pesar de mi ideología tirando hacia la izquierda, no me voy a cortar criticando a altos cargos del PSOE, porque esto no es ni izquierda ni nada, esto es reírse de la gente. Y ya vale que estemos mal, pero que encima nos vengan con esto, tiene tela. Como repito, quizá no sean datos exactos, seguramente no, pero desencaminados no creo que vayan, y sólo es un hecho más que hace que la política de este país sea considerada de hazmerreír. Ya sólo pedimos que si nos roban, por lo menos tengan la decencia de esconderlo un poco mejor, aunque está visto que ni para eso da la capacidad de algunos.


"La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás."
Enviar fraseWinston Churchill (1874-1965) Político británico.

martes, 14 de junio de 2011

Dislike.

Hoy, ya realizado el examen de ayer, me siento despejado. Y para seguir en esa línea de despejarme, he llegado a la conclusión de que me apetece hacer una lista. Lo parezca o no, pueden ser muy útiles. Quién no ha visto en una serie, o en la realidad, hacer una lista de pros y contras para escoger a su futuro novi@, todo muy idílico (puag), o una lista de quién está más buen@, o ya algo más normalito, como la lista de la compra, que al fin y al cabo no deja de ser una lista, y de hecho muy útil.

Así pues, me apetece decir en alto cosas que no me gustan. Puede ser ridículo, puede ser infantil, puede incluso que me consideréis raro (o más raro) después de leerla, pero me apetece, y de momento el que escribo soy yo, así que allá vamos.

No me gusta(n)

La coca-cola
El café
El humo del tabaco
El acento andaluz
Los toros
El flamenco
Los toreros
Nicolas Cage
Telecinco (y todo lo que contiene)
Álex Ubago
Los higos
Las uvas
Las supersticiones
Las abejas
Aquéllos que necesitan llamar la atención
La incompetencia
Los chulos
La gente tonta
El reggaeton
El rap
Las gorras
Las conversaciones de ascensor
La niebla
El pescado en general
Limpiar el baño
La informática
Las Blackberry
Los chihuahuas y los caniches
Bob Esponja
Practicar deporte
El PP
La hipocresía
La Iglesia
Intereconomía
David Bisbal
Esperar colas
Los exámenes test
Prestar libros
La crema/nata
El twitter
El tiramisú
La filosofía
Comer a deshora
Acostarme pronto
Los chonis
La infidelidad
La falta de tacto
Las aceitunas
El leopardo en la ropa
Luis Panizo (profesor de Informática)
La comida moderna
Las corbatas/pajaritas
El puente de mi nariz
El calor excesivo
Los políticos
Los extremistas
La talla 42 (y a medida que sube, menos)
Los secretos a medias
Skins
Adam Sandler
Crepúsculo
Las películas pastelosas
Los grupos de música que surgen de series de TV
La monotonía
La soledad
Los olores fuertes
La comida picante
La fabada
Los paisajes desiertos


Cómo todas estas cosas, hay más, y seguro que me dejo alguna importante en el tintero. Pero no importa, el objetivo está cumplido, me apetecía quejarme un poquillo, expresarme, que a fin de cuentas es para lo que uso el blog. Lo único que puedo decir es que os animéis a comentar con alguno de vuestros "No me gusta", para soltarlo, sobre todo ahora que estamos acabando los exámenes, o están recién acabados, y apetece escupir la presión de alguna manera.


Ya para terminar, una canción que va a hacer más inusual aún esta entrada, y más viniendo de mi, pero cuyo título, quizá no tanto el contenido, se relaciona con esta entrada:

sábado, 4 de junio de 2011

Círculo de silencio.

Se acercan los exámenes finales, después de un primer curso ya recorrido, y con las tensiones, los agobios finales y el estrés, los sentidos están a flor de piel. Al menos, mis sentidos lo están, incluído ese sexto sentido que intuye por ti, que ve más allá de lo que la retina permite.Cuanto más trabajo se acumula, más pájaros se cuelan en mi cabeza, más cantos de aves me llevan por un viaje que me encantaría realizar, me enseñan cuán maravilloso sería dejarme llevar entre sus brazos y relajarme, y vivir sin preocupación. Y, sobre todo, cuanto más estudio tengo que hacer, más pienso en mi, en mi vida y en todas esas cosas en las que sólo me paro a pensar cuando me parece que algo me va a superar, y entonces llegan mis dudas y problemas de siempre. Llevo años consiguiendo dejarlos a un lado y obviarlos cuando me llega el momento de rendir cuentas ante el curso, pero también cada año me parece más imposible aún poder volver a hacerlo. Éste creo que al final, aunque lo veo negro, podré, pero cada año me hundo un poco más en el barro de la evasión de problemas, porque luego, cuando tengo tiempo y ya nada pesado que hacer, como podía ser el estudio, prefiero descansar, no pensar, y así nada se arregla y, con tranquilidad, la sensación de que todo está desordenado, revuelto y mal vuelve a su nido dispuesta a volver a salir cuando la situación sea límite y necesite volver a concentrarme. Sí, es un círculo vicioso, y sé que me va a ser difícil salir de él, pero se está bien sin pensar, ¿verdad? Envidio, ya lo he dicho muchas veces, a todos aquéllos que son capaces de en esos momentos que se empiezan a agobiar no pensar y actuar con el corazón, sin nada lógico que lo abale, pero a mi me cuesta, y me cuesta saber que necesito una mano para que me guíe por este camino. Ahora que hay quién me ayuda a verlo, me costará por igual, pero al menos ya va el primer paso, la constancia de ello. Así pues, ahora a estudiar, a aprobar, y luego, a pensar. Sin agobios, pero a pensar en todo aquello que nos da vueltas por la cabeza una y otra vez en los años, de la índole que sea, aunque sea imposible o una locura. Vamos a hacer posible lo imposible.

http://www.youtube.com/watch?v=lJGSJMTAT1w

Audio: Cabecita Loca (AMARAL)

sábado, 21 de mayo de 2011

Se acabó la afonía.

Prefiero el lado derecho de mi cama. Está pegado a la pared y me hace sentir más protegido. Me gusta más asomarme a la ventana izquierda de mi habitación, porque la planta que da esas flores azules que tanto me gustan sólo se ve desde ella. Me gusta caminar siempre a la izquierda de las personas porque es una manía, no tiene explicación, sólo sé que me gusta. Y, yendo más allá he de decir que prefiero escribir con la mano derecha, porque básicamente lo hago mejor y me cuesta menos. Es decir, me gustan muchas cosas, cada una por un motivo, sea lógico, práctico, maniático, o sentimental. Ahora bien, también hay otra cosa que me gusta. Me gusta, y digo esto a pesar de que tengo el sentir patriótico muy lejos de lo que muchos quisieran, que sabiendo que soy de España, no sepan directamente que mi nivel de inglés deja mucho que desear, que llevo unas banderillas en el bolsillo de mi pantalón, o que voy a terminar pidiendo en una esquina porque mis gobernantes son tan inútiles que no sabrían hacer la O con un canuto. Sin embargo, mucha gente esto es lo primero que piensa cuando les dices que eres español. Incluso algunos españoles lo hacen, lo cual no es de extrañar viendo lo bien que nos va, y que en dos días nos van a tener que "rescatar" los fondos de la Unión Europea.(para rescatar la dignidad haría falta bastante más). 

Y aún así, España era un país donde los jóvenes no habían protestado, y no es de extrañar viendo que algunos le harían la ola a Belén Esteban, otros no saben sumar 2 y 2, y la motivación de muchos otros es tunear sus coches. El problema es que esta no es la realidad, sino que es la realidad que se nos ha vendido, puesto que hay mucha, pero mucha gente válida. Lo que pasa es que viendo lo que hay es difícil no ser pesimista. ¿Cuántos programas de callejeros nos han mostrado como algunos estudiamos, o hacemos de monitores de niños pequeños, o estudiamos idiomas, o mil cosas más? Ha habido alguna emisión de "Diario de un estudiante estresado?" Lo siento por Mercedes Milá, pero es muy curioso ver bodas gitanas, gente chutándose, adolescentes rematadamente estúpidos cogiéndose comas etílicos en botellones y denunciar los problemas de la sociedad que todo el mundo sabe que son problemas. Y no, no digo que esto esté mal, pero creo aquéllos que pretendemos destacar con algo que no esté relacionado con las drogas, alcohol, o la fama por la vía rápida, nos merecemos tener un aval que de estabilidad a ese futuro que tanto ansiamos. Es que realmente no queremos hacer ningún daño, pretendemos trabajar, entre otras cosas para hacer vacunas, informar a la gente, tratarlos, desatascar las tuberías, barrer las calles, y enviar el correo y que el mundo funcione. Tenemos derecho a ello. Y en el contexto de unas elecciones todo esto es mucho más jugoso para poder comentarlo. Yo he de decirlo, me interesa la política, no escuchar las sandeces de nuestros políticos, eso es realmente molesto, pero si me interesa el tema. Y no es muy difícil llegar a una conclusión viendo que una frase de Amaral es lo que más llamó la atención en una semana entera en el congreso de debates que se suponen trascendentes. Ojo, que Amaral es mi grupo preferido, yo también  disfruto de su música, pero la disfruto plenamente cuando tengo mi deber cumplido. Es fácil ver la ingente cantidad de personajes públilcos que no siguen este precepto. Es algo realmente molesto.

Así pues, al fin se protesta. Y aunque está motivado por estudiantes, no somos sólo nosotros. Quién me diría a mi que yo estaría en una manifestación de DEMOCRACIA REAL YA, si parecía una chorrada cuando empezaba todo eso. Pero bueno, la cosa va viento en popa, y aunque reconozco que yo he estado ocupado en mis estudios y poniendo mi mirada en practicar la biotecnología que algún día espero practicar en otro país o en el centro de España que guarden para eso cuando el paro llegue al 80 por ciento, parece que esta vez merece la pena mirar hacia los protestantes y aunque sólo sea un rato unir la voz o la presencia a ellos. Porque realmente ya no se trata de unos ideales u otros, de unas medidas a favor o en contra del tabaco, se trata de sobrevivir en el futuro, de que "Nuestro banco, tu casa", no se convierta en el eslogan del ayuntamiento para los asientos de los parques públicos. Y para esto, no es derecha o izquierda, no es pp o psoe, es ofrecer soluciones, y dejarse de Mercasevilla, de robar, de corrupción y de problemas tan estúpidos como la asignatura de Educación para la Ciudadanía que a nadie le va a valer en la vida para absolutamente nada (ni sustuírla por una más cristiana tampoco), y pensar de verdad en qué nos puede interesar. No queremos placebos, distracciones, ni temas de escaso interés, queremos que alguien aprenda a priorizar. ¿Tú le pagarías a un fontanero si viene a tu casa y te rompe las cañerías? Pues no creo que un político que hunde a un país y que otro que no tiene ni idea de como arreglarlo merezcan ni un céntimo. De hecho, deberían pagarme por tener que soportarlos diciendo memeces en los telediarios. Si esto es democracia, vaya por dios. Realmente si los griegos vieran la porquería en que han intentado convertir el concepto, vendrían hasta aquí desde sus tumbas sólo para escupir sobre ciertas personas. Y este es, en definitiva, un país, y un mundo, justo para nadie, y querer comenzar a arreglarlo acampando en la puerta del Sol o en el Obradoiro o donde sea para extender la causa y espabilar a la gente no me parece que sea algo de lo que los políticos debieran quejarse, aún es bastante suave.

En definitiva, Zapatero, Rajoy, Cospedal, Santamaría, Aguirre, Chacón, Rubalcaba, y un inmeeenso etcétera de políticos, amén de otros como Sinde o Pajín, de las cuales ya no hay ni término para mencionarlas, sólo se preocupan de estar arriba, cobrar y tener de su lado a quién tiene dinero para mantener el poder. Lo único que han olvidado es que los que no tenemos dinero somos muchos muchos más, y gracias a toda la trayectoria de estos señores, parece que los sin trabajo también lo serán como la tortilla siga dándose la vuelta en el aire.


sábado, 14 de mayo de 2011

El alma en el camino.

"Caminos. Los hay de todos los colores: rojos, amarillos, verdes, blancos, negros... Cada uno escoge su camino siempre que puede, y cada uno se siente satisfecho con uno distinto, sin embargo, nadie ha dicho que siempre vayamos por aquél camino que de verdad es nuestro, ni que la vida nos deje ir siempre por aquél que creemos que es nuestro. A veces caminando ves una neblina. Te desestabiliza, se ríe, y empieza a llover. Te calas, tienes miedo, corres. Y de repente, ves una bifurcación para acabar con ese estado de tensión. A por ello, y si eres afortunado, sale el naranja, caminas sobre verde, y disfrutas de las vistas de un azul acristalado. Si no, puedes ver humo, humo negro y cenizas, cuervos que hablen en dialectos que jamás habías escuchado, que picoteen los restos de los que no han salido de allí. Quizá aparezcan unas llamas negras y blancas, un arcoiris de tonos grisáceos o una lluvia de gravilla. Puede que te hable un señor rico con un sombrero de copa alto que te sonría con malicia, con una mirada que conduzca a las puertas del miedo, que quiera que lo conozcas, que dejes que te empape y te suplante. Y es ahi cuando si eres fuerte puedes ver un ligero tono rosado en esos labios de cine de los años veinte y reinventar tu propio apocalipsis de color en el regalo de los hermanos Lumiére. Quizá veas que una mirada envía un reflejo de lágrimas azulado, y quizá puedas hacer que te envuelva, que te sumerja en un mar reflejado por una pupila desorientada que contiene un pedazo del cielo que tiempo atrás veías. O quizás no, y el olor negro del miedo y el terror pose su mano sobre tu hombro, entrando en una espiral de oscuridad. Es, para que puedas imaginarlo, como un gran cubo con una puerta en alguna parte. La puerta también es negra, y si no utilizas tus uñas medio rotas para traspasar esa capa de pintura desafortunadamente aplicada, no verás claridad. Y aún así, estando en el fondo de un cubo, de un pozo, o de un roce de labios inacabado, puedes tomar esa claridad con tus manos, y salir por la puerta de la confianza, dejar atrás al hombrecillo con su sombrero de copa y su mirada ahora algo más azulada, y apagar con una arena ya menos descolorida las llamas negras y blancas. Así, hasta espantar la incómoda niebla que tiñe de gris las losas que se debaten por cernirse sobre tus pisadas. Y es que aunque no siemmpre caminas por el camino de tu Oz personal, siempre puedes volver a él si te desvías, e incluso puedes teñirlo de aquel color que te caracteriza, bien un azul puro, naranja candoroso o verde esperanza. No siempre será un color vivo, puede descender de tono, puede apagarse un poco, pero no puedes volver a permitirte perderlo. No otra vez, no más de una vez. Y ahora ya lo sabes."

- ¿Te ha gustado? - preguntó Valeria.
- Es deprimente. - respondió Álex.
- Al contrario, lo deprimente no es reflexionar sobre los malos momentos, sino no poder salir de ellos. Quien puede contar esta historia, comprendiéndola, le ha puesto en bandeja a su color la vuelta a su vida. Muchas veces necesitas vivirla para entenderla, pero cuando algo te marca aprendes de ello, y no lo repites.
- ¿Tropezar dos veces con la misma piedra? Suena demasiado humano como para que nadie se haga un segundo esguince, y a veces por tropezar con una piedra aún más visible y grande, y por tanto más dolorosa.
- Un dicho no guía tu destino ni tus elecciones. Eres tú quién controla tu vida, no lo que un señor que no conocemos de nada puso en un refranero hace tropecientos años. Tú y nadie más que tú, y si tienes eso claro, encontrarás ese as que tendrás bajo la manga, ese as que en el fondo no es otra cosa que tu alma tomando la decisión correcta.

**Rob3r7o**

sábado, 9 de abril de 2011

Momento mierda.

Ahora mismo estoy en el fondo de la espiral, allí donde la mierda se junta y se pega formando un compacto asqueroso. Nada sale como debe salir, nada va por donde debe ir, y hasta lo que parecía un mal momentáneo se queda conmigo y se ríe de mi, y no, no me gusta. Tengo una lista de penas ahora mismo bastante considerable, y aunque sé que tengo que estar agradecido porque siempre hay gente peor que nosotros, necesito un momento de desahogo, sea escribiendo, gritando o pensando. Y es que sí, mi carrera es una decepción completa para mis intereses, sé que estoy en primero, pero no hace falta ser un lince para darse cuenta, y si me engaño a mi mismo es aún peor, de verdad no creo que esto jamás acabe de convencerme. Por otra parte estoy cabreado con una buena parte de mi grupo scout, para qué ser políticamente correcto si te las intentan colar como si fueras idiota, salvando a un par de personas. Es la primera vez que puedo decir que estoy no sólo regular, si no a disgusto con ciertas cosas, bastantes de hecho. Y estas dos putas basuras se unen a la mierda que ya estaba siendo el resto. De verdad, una ovación a mis amigos, tanto en Coruña, como León, porque son lo que ahora me hace estar aún dentro de mis cabales. Y sí, parece que exagero y puede que lo haga, pero necesito hacerlo, soy feliz haciéndolo y no me pienso negar ese placer, el placer de darme cuenta al fin de ciertas cosas e intentar ponerles remedio, de priorizar, intentar no dececpcionar y tirar para delante con las menores bajas posibles en mi estado moral y anímico. Ahora más que nunca voy a dejar esta canción, que cobra más sentido que la otra vez que la puse, hace menos de un mes me parece :S

jueves, 24 de marzo de 2011

Un mal sueño.

Estás inmerso en tus sueños. Puede que estés relajado, puede que angustiado, quizá extasiado. Al fin y al cabo, los sueños te trasladan a la magia de la irrealidad, y en ellos ves reflejadas tus ansias, tus miedos, tus sinsentidos... Disfruto realmente recordando aquéllo que sueño, viendo como mi cerebro y su materia gris pasean por cada recóndito rincón de la mente intentando traspasar ese escaso 10 por ciento que usamos, y sin embargo casi nunca soy capaz de retener siquiera una imagen de esos maravillosos senderos por los que la almohada ha guiado a mis conexiones nerviosas. Además, sé que serían grandes recuerdos, ya que las pocas veces que he sido capaz de vislumbrar mis viajes nocturnos por los sueños, la sátira, el esperpento y la imaginación me sacan de mi rutina de escasa imaginación y cosas predecibles del mundo real. Hasta hace poco yo mismo decía que si dormías mucho también perdías tiempo para vivir, pero bueno, de vez en cuando es agradable echarse una siesta y simplemente, viajar más allá de tus propios límites.

Sin embargo, hay veces que surgen las llamadas pesadillas, de las cuales sólo recuerdo una en toda mi vida, bueno, más bien hasta ayer, cuando se produjo mi segundo sueño desagradable, no pesadilla, pero sí un sueño que distaba de hacerme empezar el día con una sonrisa. Mucha gente sueña con fechas o compromisos que tiene en breve, lo que le ha pasado durante el día... en resumen, con la vida real. A mi esto si que no me había pasado nunca, bueno, repito, hasta ayer. Ambas cosas se mezclaron para dar lugar a lo que me aconteció en la mente. Ponedme veinte años más y así comenzaba todo. Yo, encerrado en una burbuja en el medio del sueño, y a mi alrededor gente pasando, todos en pareja. En un torreón, un reloj que cada vez se aceleraba más, hasta el punto de casi desprenderse de la pared de la velocidad a la que iba, y, en la burbuja, ninguna puerta para . Yo creo que todos tenemos esa incertidumbre de si alguna vez encontraremos a alguien, y la esperanza de que así sea, la cual en mi no disminuye ni con cincuenta mil sueños de éstos, pero una vez despierto y pensando, realmente no me gustaron los derroteros por los que mi pensamiento me obligaba a ir. Realmente, sólo tengo 19 años, pero lo que hasta hace poco me parecía una chorrada manifiesta, este sueño me ha hecho verlo desde otra perspectiva, que aunque ni mucho menos debe llegar hasta tal extremo de exageración, me lleva a un punto medio, y a centrarme en él.

Es increíble como alguna idea repentina puede trastocarte la cabeza tanto, pero bueno, es típico del ser humano cambiar de parecer sobre las cosas una vez vas creciendo, llamémoslo madurar, o llamémoslo X. Ahora, ahí va la clave, que tu madurez, o por decirlo así, la nueva dimensión en la que puedas ir viendo las cosas con el tiempo, nunca te robe ese puntito de inocencia, de ilusión. Y, como ya he dicho en más de una ocasión, la vida puede ser maravillosa, y normalmente lo bueno se hace esperar, así que simplemente estate listo para recibirlo con los brazos abiertos y en ningún momento tires la toalla.

sábado, 19 de marzo de 2011

Réquiem por un scout.

El tiempo pasa, y con él se producen cambios: dejamos de caminar a gatas para observar el mundo a nuestros pies, empezamos la rutina del colegio y salimos de la protección de los padres, comenzamos a formar amistades, empezamos a adquirir sentido común (menos de lo que debíéramos)... y como todo en nuestra vida, las pasiones a veces también son pasajeras. Sí, es cierto. A veces crees que algo va a enamorarte toda la vida y sin embargo, por unos motivos o por otros, ves que un día ya no te sientes igual respecto a ello. Y si, da lástima, e intentas arreglarlo. Luego te planteas si acaso no debe ser así. El cambio no debe ser malo, otras cosas nuevas vendrán... pero, echando la vista atrás, no puedes evitar mirar con cariño aquéllo que ha sido parte de ti durante tanto tiempo, y tampoco puedes hacer que no duela, porque una parte de ti se queda allí.

Hoy ha llegado uno de esos días para mi. Yo me lo olía, de hecho mi mente ya me lo adelantaba en breves "sneak peek" como los de las series americanas. Yo, como muchos sabréis, soy scout. Y a muchos os ha tocado las narices a la hora de hacer planes que yo ocupara mis tardes de los sábados en ellos. De hecho, sólo una amiga mía de fuera del grupo ha llegado a ver el local, ahora que lo recapacito. Pues bueno, todo tiene su época, y aunque hay gente que lleva, puedo decir sin equivocarme, pues casi veinte años, mis nueve años no son moco de pavo. He vivido y aprendido un montón de cosas impresionantes, conocido a gente estupenda y hecho viajes inolvidables. Nunca me he arrepentido de apuntarme, es de las decisiones más sabias que mis padres han tomado por mi. Aún me viene a la cabeza el día que me intentaron convencer con 9 o 10 años, no recuerdo exactamente: yo agarrado al marco de la puerta, llorando y pataleando porque no quería ir. Y fui, y entré, y hablé con un chico que no conocía para integrarme. Ese chico a día de hoy es uno de mis mejores amigos, y a él le debo grandes momentos, y el hecho de ser padrino a pesar de no haber asistido nunca a un bautizo que no fuera el mío. Y con el tiempo ha ido llegando mucha más gente estupenda, con la que de hecho haré un viaje este verano que espero sea inolvidable.

Así pues, realmente pocos inconvenientes parece haber en el camino, pero los hay. La distancia, entre otras cosas, más un erasmus que espero hacer, lo cual sería distancia elevado a dios sabe que potencia, según el que me concedan. Pero bueno, tal y como decía, la pasión es pasajera, y en mi caso ha decidido hacer la maleta y marcharse a un viaje bastante largo. Puede que vuelva, y jamás le cierro mis puertas, pero en este momento, ha decidido darse un tiempo. A veces, cuando algo no funciona, conviene no forzarlo, y confiar en que un día consiga funcionar de nuevo. Es algo que realmente espero. Ahora bien, que el hecho de que no forme parte de la actividad regular del grupo no los librará de mi tan fácilmente, porque nadie se escapará de alguna que otra visita.

Y es así como le digo hola a un nuevo mundo en mis sábados por la tarde, ya que casi no sé hacer otra cosa que ir al local, siempre un poco tarde para no estar solo, no demasiado para que no me echen la bronca. A los campamentos, especialmente verano, no les digo nada, porque unos días al año no hacen daño, pero esas fechas antes obligatorias en mi agenda estival, adquieren cada vez más un carácter probable, para a continuación ser sólo una posibilidad.

¿Es motivo esto para estar triste? Hombre, algo sí, obviamente. Pero bueno, nada es eterno, y nunca sabes donde tu caminos se puede cruzar con el de los demás, ni al lado de quién puedes hacer tus rutas. Sólo sabemos que la vida es sorprendente, y muchas veces muy sabia, así que no me da miedo mirar hacia adelante. Lo que me llevo es muy grande, y lo que me falta por alcanzar, también.

:)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Los sueños de un perdedor.

Mucha gente me verá desde las alturas y se reirá de mi. Se reirá por todo aquéllo que deseo conseguir, por esos sueños tan estúpidos e inconfesables que tengo. Sin embargo, son una de las cosas de las que más orgulloso estoy, a pesar de que es muy posible que unos cuantos no se cumplan, pero nada va a hacer que mi mente deje de divagar cuando estoy en clase con el bolígrafo entre los labios intentando superar un día más de rutina, cuando se plantea una conversación desagradable para mi o cuando me refugio entre las sábanas cada noche con un sonriente guiño hacia mi almohada.

Una persona ya consolidada que mira las disparatadas ideas de futuro de otra con superioridad debe ser ignorada. Sí, puede que nuestros sueños sean una tontería a veces, pero... ¿acaso alguien no tiene sueños aparentemente tontos que querría cumplir por encima de todo? Porque hay que entender que desde que a nosotros nos llenan tanto dejan la palabra tontería aparcada en la carretera sin nombre. Ni podemos dejarnos arrastrar por el pesimismo, ni debemos dejar todo esto en nuestro pensamiento, viendo como cada noche una sonrisa nos ilumina la cara pensando en cuantas cosas nos encantaría hacer, y sin hacerlas. Yo normalmente no comparto esos sueños personales, pero también los tengo, y por mucho que quién me conoce un poco ve lo que aparentemente quiero, hay mucho más, dentro de mi hay un mar de ilusiones que intentan que la tempestad no las hunda. Y como en mi caso, en el de todos.

Así pues, un sueño tonto para ti puede ser media vida para mi, o al revés, y todos tenemos derecho tanto de mantenerlos iluminados en nuestra intimidad o entre la más fervorosa de las multitudes. Yo puedo confesar que me gusta mucho cantar en mi casa. Sí, sé que no canto bien, pero bueno, déjame soñar mientras el mundo decida no aplastar mi ilusión. Y si no, pues bueno, aunque mis vecinos no sean el mejor de los públicos, y ni siquiera me escuchen de manera voluntaria, yo seguiré cantando, porque me gusta. Los sueños no sólo están a gran escala, a veces las cosas más cotidianas pueden ser un momento de ensueño, aunque no sean exactamente lo que nosotros imaginábamos. Y si, ver estos pequeños sueños alimentados, nos ayudará en el camino tanto de nuestra vida, como de nuestra madurez, como de nuestra felicidad. Nadie dice que se vayan a cumplir, pero si eres tú quien dice si al menos, se va a intentar. No se trata de ganar o perder, y para quién lo considere así, lo siento, pero perder tiene muchas acepciones, y al luchar por algo, tu voluntad y tu ser nunca pierden.


lunes, 21 de febrero de 2011

Las dudas del riesgo.

Una duda se cuela por mis sienes y me atormenta. Esa duda crece y se reproduce, y poco a poco copa mi mente, la invade y se retuerce provocándome un agudo dolor de cabeza. Lo sé, eso es un indicador que me muestra que debo dejar de pensar en ello. Lo siento, soy muy testarudo y pienso proseguir. Así, toca un poco de comedura de coco, y así, con ello, más dudas. Qué bonito es cada uno de esos casos donde sientes algo y vas a por ello, porque sabes que las consecuencias no van más allá, sin embargo, otras situaciones te hacen pensar más allá del momento en que tus ansias de satisfacción estén ocupadas y la siembra de aquéllo que te satisfizo sólo deja un ligero vestigio del susodicho placer. Muchos ignoran esto último y lo hacen igual. Yo, muchas veces deseo ser así, pero claro, luego pienso qué sería de mi si viviera sin pensar. Y le sigo dando vueltas, ya que no siempre tiene que ser así, simplemente a veces es tremendamente necesario actuar sin pensar.  Y entonces, cuando mi mente va por el tercer looping llega a la conclusión de que a mi no me pega nada hacer eso. Se supone que mi mente me conoce, ¿no?, vamos, que se conoce a sí misma. En resumen, yo mismo me impido no pensar porque no es lo que suelo hacer. Y al mismo tiempo sé que es necesario vivir haciendo no sólo lo que se piensa, estipula, marca o reverbera en mi cabeza. Vamos, que tengo un lío de cojones. Y efectivamente, esta última frase también la he pensado. Para variar. La montaña rusa ha dado un giro más, pero un giro totalmente controlado, sin riesgo, y con cinturón de seguridad triple. Que poco racional sería desabrochárselo, ¿no?. Anda si ya lo he hecho, y ahora otro, y el otro. Y ahora voy a cerrar los ojos. Guau, suena arriesgado, pero como mola por dios. ¡Qué bueno es esto! Ups, pero que miedo... ¡No, no y no! Pensando ya otra vez. Hay momentos y momentos, coño. Yo mismo lo sé, todos lo saben, pero por alguna extraña razón mi cerebro se niega a aceptarlo, así que voy a forzarlo de una santa vez. ¿Si veo un tío bueno por la calle? Pues le miro el culo si me apetece. ¿Si hace muy buen día y tengo algo que estudiar? Pues me voy a la playa, que hay tiempo para todo. ¿Hace mucho viento y el mar está descontrolado?¡ Me voy al rompeolas a mirar, que un espectáculo así no puedo perdérmelo! Si, amigo mío, eso ya empieza a ser vida, y le estoy empezando a coger el gusto. Ah, ¿y sabes qué? Que no me arrepiento :)

sábado, 29 de enero de 2011

Mi canción.

La música es algo que, tal y como las palabras lo hacen, me permite expresarme, y es una manera de contar y decir qué siento y cómo me siento que no me da vergüenza utilizar. Desde la primera nota a entonar hasta la última; desde las canciones en castellano a aquéllas en inglés o francés que vagamente chapurreo, desde las partes a las cuales mi voz no llega hasta las que apenas me doy cuenta que tarareo. En resumen, de canción en canción, dirigiendo un barco cargado de partituras que se entrecruzan con el dulce contoneo del alma que les proporciona su interpretación.

No recuerdo día que no cante, o al menos escuche una canción. Sí, ese toque melancólico en un momento triste que puede vaciar nuestras cuencas de lágrimas, o un toque alegre que aleje esa vaga sensación de desasosiego de nuestro pensamiento. Hay, por tanto, muchas canciones, cada una indicada para cada momento. Siempre hay esa canción que levanta el ánimo, aquélla que nos lleva a bailar, o esa otra que compartimos con alguien especial. Y si no, siempre nos queda esa música de fondo que nos relaja o que nos hace más llevadero el estudio o nuestro simple día a día. Realmente he de decir que no tengo ni idea de quién sería el primero en entonar una nota, ni quien el primero en componer una canción, en cantar ante un público... pero sí se que a todos ellos les debo un gracias enorme. Un gracias por hacerme sentir, por crearme emociones, y por ayudar a mi carácter a expresarse, a poder remitirme a una canción para saber lo que siento, o para mandarme un mensaje de apoyo a mi mismo. Y como para cada momento hay una canción, no podía faltar la canción que en este momento bebe del aire que expulsa mi garganta al clamarla, esa que podría decir que ahora mismo refleja mi situación.






"I'll be back... back on my feet. This is far from over 'cause you haven't seen the last of me."

viernes, 21 de enero de 2011

Confesiones.

Jamás. Jamás en mi vida me habían venido tantas sensaciones a la mente, jamás tantas preguntas sin respuesta se habían agolpado en mi cabeza, y jamás mis sentimientos me habían deprimido hasta el punto de dejarme horas mirando al vacío sin ganas de moverme, hablar, y mucho menos, sonreír. Jamás me había parado a pensar que mi vida está perdiendo un poco el rumbo, que es insulsa, si de verdad estoy aprovechándola... y pensar en ello duele, y no, no soy una persona que pueda mirar para otro lado ante esto. Sencillamente no puedo.

Me considero una persona fuerte, acostumbrada a tratar sus preocupaciones y sus sentimientos consigo mismo y nadie más, a luchar y vencer cada mal momento por su cuenta. Pero esto está cambiando, y aunque sé que todos necesitamos desahogarnos, compartir nuestras cosas y hacer partícipes a nuestros amigos de algunos acontecimientos increíbles que pasan en nuestras vidas, yo, sencillamente, quiero, más bien, necesito, ser capaz de controlar qué hechos quiero compartir y cuales no. Y normalmente los buenos son los únicos que me apetece compartir. El velo que cubre mi sonrisa y mi estado de ánimo normalmente desenfadado y risueño se ha resquebrajado, y últimamente he necesitado dar rienda suelta a algunos sentimientos tristes.

Muchos dicen que no saber controlar las emociones es de débiles, y yo no estoy ni de acuerdo ni en desacuerdo, pero sea como sea, mis emociones son mías y quiero que así sigan. Por otra parte, y después de recibir el impacto de un montón de malas sensaciones acumuladas con el tiempo, he recuperado el control. Tres días de semi-depresión, piernas temblorosas, y la tristeza en la mirada han dado paso a un nuevo enterramiento de emociones que amenazaba con salir al exterior, abrumarme y dejarme medio inconsciente y desconcertado. Sé que algún día tendrán que salir, pero no ahora, y menos en época de estudio. No puedo permitir que algo que me va mal me fastidie la única constante que ha sido buena a lo largo de toda mi vida, constante que ha ayudado a formar mi carácter y mi identidad. Y si, me alegra, pero me encantaría que otros terrenos de mi vida fueran tan bien, o al menos la mitad de bien, con eso me llegaba de sobra. Amorosamente, por ejemplo. Puedo sonar ñoño (cosa que realmente odio), pero cada vez que una pareja se sonríe siento una punzada de envidia. Siempre pensando, ¿y cuándo me tocará a mi?, pero siempre sin respuesta, y eso empieza a agobiarme, cansarme y hacer que mi mente divague entre ideas que bordean la locura y la obsesión.

En todo caso, y por mal que suene, el día que explote, cualquiera podría ser quién me escuchara, porque realmente nadie me parece adecuado para comprenderme, no porque no exista gente empática, no porque no confíe en mis amigos... si no porque mi cabeza es un hervidero que ni yo comprendo, y su análisis, como ya he dicho, siento que sólo me corresponde a mi.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tristes historias de diván. (I)

Un escalofrío la recorrió cuando su espalda entró en contacto con el frío metal de la silla que ocupaba, pero no lo notó. Una lágrima caía de su ojo, pero ella no lo advirtió. Un desagradable olor emanaba de su cuerpo, propio de quien no se ha duchado desde hace días, pero no le importó.

Un osito estaba dibujado en el mostrador que tenía ante ella, y eso era lo único que en ese momento podía interesarle, algo tan infantil, tan ingenuo, tan inocente... Su sonrisa se ensanchaba cada vez más, no le importaba disimular su satisfacción ante un hecho tan nimio y carente de interés para todo aquél que se movía a su alrededor. Cualquiera que la mirara pensaría que esa mujer no estaba bien de la cabeza, pero eso era lo que ella jamás se molestaba en pensar. ¿Quienes son los demás? Ella sólo se preocupaba de sí misma y de su hija, su querida Ana. Con un suspiro se encogió en el asiento, dejando llevar su mente por su vida cotidiana, a la cual esperaba regresar en breves.

Ana era una niña muy guapa. Se parecía mucho a ella. Qué orgullosa estaba de su Ana, siempre tan lista y con esa sonrisa de ángel. Realmente tenía ganas de verla ya, llevaban mucho tiempo haciéndola esperar. No sabía que hacía allí. Además, había dejado la comida a medio hacer. Sï, estaba decidido. Tenía que volver ya a casa. Se levantó dispuesta a salir, ignorando las señales de protesta de su cuerpo, al cual le costaba moverse. Un chico la paró diciéndole que en seguida llegaría su turno, que tenía que esperar allí. Pero, ¿qué hacía allí? le preguntaba. El chico se limitó a señalar el asiento. Su rostro reflejaba tristeza. Pobre chico, a lo mejor le pasaba algo. Bueno, esperaría. Pero sólo por educación. Y sólo un  rato, que su hija era lo primero.

Alguien gritó un nombre, el suyo al parecer. Una chica ahora la acompañó a una sala donde un señor gordo exhibía con oronda soberbia una gran multitud de libros, documentos y diplomas. Se sentó en una especie de sofá ladeado, bastante incómodo por cierto, junto a un helecho reseco que agonizaba intentando sobrevivir. Enfrente, una sucia ventana permitía mirar al cielo, nuboso ese día. Un panorama poco halagüeño. El señor, girando con dificultad en su silla, se dirigió a ella.

- Hola, María.
- ¿Quién es usted?
- Soy Francisco, ¿no se acuerda? Estuvimos charlando ayer.
- Perdone, pero yo ayer estaba en mi casa, con mi hija, yo no sé quién es usted.
- Sí que lo sabes María. Estuviste dos horas ayer en esta misma sala. ¿No lo recuerdas?
- No, porque no ha sucedido. Dígame lo que quiere ya, mi hija me espera en casa.
- Siento ser brusco, pero nadie te espera, María. ¿Acaso no lo recuerdas? Llevas dos años ingresada aquí. Tu hija no está. Hace dos años que no está. Por eso estás aquí.

María lo miró con acritud. Esto ya era el colmo. Tanto diploma para tanta tontería. Su hija estaba en casa, y los calamares que iba a preparar en la nevera, y el aspirador en el rincón derecho del trastero, y el sofá verde de flores en el salón. Todo iba como siempre. Todo. Todo excepto esta desagradable charla. Se estaba poniendo nerviosa, y quería evitarlo, pero odiaba las bromas de mal gusto.

- Mire, no he venido aquí para esto, realmente no sé ni qué hago aquí, si tiene ganas de gastarle una broma a alguien coja a otro.

De repente se fijó en uno de los ficheros. Había un osito. No pudo evitar otra sonrisa. A su Ana le encantaban los ositos. Tan esponjosos, tan adorables. Tan... como ella.

- Te ruego que me escuches, María. Mira estas fotos si no me crees. Y ojalá fuera una broma. Pero no lo es.

Aún con la sonrisa en los labios, sin casi escuchar nada de lo que el tío gordo ese había dicho, sumergió su vista en la primera fotografía. Su cara se deformó. Lo que estaba viendo sí que lo sentía. No era un escalofrío, no era un aroma... eran el horror y el miedo. Miedo a que ese señor gordo tuviera razón. Pero no podía ser. No, no, no. Pero por dios, si su hija estaba bien hace una hora. Recuperando la compostura, su cara volvió a sonreír.

- Ésta no es mi hija. Debe haberse confundido. Y creo que ya he escuchado bastantes tonterías por un día.

Se puso de pie, pero no aguantó y cayó al suelo con estrépito. Se fijó en su tobillo, únicamente hueso y piel. Ella se recordaba como una mujer regordeta, ¿qué estaba pasando?

- No deberías hacer esfuerzos, María. Estás muy débil.
-¿Usted qué sabe? ¿Me lo ha hecho usted? ¿Qué quiere de mi? ¿Por qué estoy así?
-Porque llevas dos años alimentándote de suero, María. Desde que tu hija se ahogó. Sabes que esas fotos son verdad. ¡Deja que tu mente lo asimile, que lo vea! ¡Tienes que llorar, sentir y padecer! Sólo así podrás volver a tener una vida y salir de aquí.
- ¿Salir de dónde? ¡No entiendo nada!

El semblante se le nubló, y la cabeza le empezó a dar vueltas. Sólo quería irse de allí. Volver a su casa con su hija. Se levantó con un esfuerzo sobrehumano y caminó hacia la puerta. El chico de semblante triste volvíó a aparecer y la retuvo. Notó un pinchazo en el brazo y vio como la neblina de la que huía se apoderaba de ella. Su sueño volvía a comenzar, y sus recuerdos se volvieron a bloquear. Antes de caer definitivamente, volvió a ver el osito. No se había fijado antes en él. O al menos, que ella recordara. No pudo evitar una sonrisa. A su hija Ana le encantaban los ositos.