lunes, 31 de octubre de 2011

Hacia lo salvaje.

Tengo abandonado el blog, lo reconozco, y algún día lo retomaré como se merece, prometido. Pero de momento simplemente quiero ayudar a hacer un poco de publicidad de un grupo que hacía tres años que no sacaba un disco al mercado, que ha tenido el valor de ir por libre, y que nuevamente nos regala parte de la mejor música española. Sí, hablo de Amaral, por supuesto. Os dejo aquí la crítica por parte de la revista "Rolling Stone", así como los enlaces a un par de canciones, que espero que os gusten tanto como a mí.




Crítica: Amaral, 'Hacia lo salvaje', Antártida




EVA Y JUAN HACEN EL DISCO QUE LES PIDE EL CUERPO, A BASE DE GUITARRAZOS Y REVUELTAS. Y EL RESULTADO, COMO ERA DE ESPERAR SEGÚN ESA TESIS, ES EL DISCO MENOS AMARAL DE AMARAL. POR LINO PORTELA

Amaral va a tener un problema con éste su sexto disco. Una de las grandezas del grupo zaragozano, con casi 15 años de carrera a sus espaldas, es que sus canciones tenían la capacidad de gustar a los seguidores del pop comercial, a los musiqueros más entendidillos y quisquillosos y a las amas de casa. Es decir, un grupo para todos los públicos, que se ha ganado el respeto de todos con una trayectoria impecable. En Hacia lo salvaje, las amas de casa se van a enterar de poco. Quizá, inconscientemente, esa parece haber sido la intención de Eva y Juan: no tirar por el camino fácil y evidente, no hacer lo que se esperaba de ellos sino lo que les pedía el cuerpo. Amaral nunca han sido unos de esos grupos obsesionado por lo que piensan sus seguidores y empeñados en gustar a toda costa. Ahora lo han llevado más allá. “Esto es lo que nos apetece hacer ahora”, parece que dicen aquí. “Si os gusta, mejor, pero a nosotros nos encanta”.
Han acertado, aunque el resultado no es fácil de asimilar. Es el disco menos Amaral de Amaral. Difícil de digerir –¿quién dijo que esto tenía que ser fácil?–, no tiene grandes singles ni reventarán las monolíticas radiofórmulas (cada vez más faltas de guitarras). Esto hace que en sus primeras escuchas el álbum deje un poco frío, pero más allá de lo superficial depara agradables sorpresas. Tantas que, a la hora de hacer balance, te das cuenta de que lo que tienes en las manos es un muy buen disco. Por eso lo mejor es no pensar en términos comerciales (para eso realmente ya están otros). Hacia lo salvaje es sincero, directo y artesanal. Sin fuegos artificiales pero con varios de esos momentos capaces de pellizcarte el estómago y teletransportarte al particular universo de Amaral.
Ese universo que esta vez se mueve alrededor de la naturaleza y el mar (Hacia lo salvaje o Riazor), la huida (Antártida), los personajes al límite (Si las calles pudieran hablar), la rebeldía (Como un martillo en la pared) o la búsqueda (Montaña rusa). Sus letras miran más de fuera hacia dentro, lo que hace que sea un disco más introspectivo y menos expansivoque sus anteriores trabajos. En cuanto a la música, se han decantado por un sonido más guitarrero, crujiente y sin artificios. Tanto que en ocasiones recuerda a los R.E.M. de los ochenta o al Tom Petty más directo.
Hay cuatro canciones que tiran del disco: Hacia lo salvaje, el primer single, que pese a ese desconcertante comienzo coge fuerza al llegar al estribillo para convertirse en una canción seductora. Lo mismo que Antártida, una de las mejores, que con su inquietante “pequeña Caroline” y su medio tiempo tiene la facilidad de agarrarte del cuello y atraparte. Montaña rusa es otra de las piezas bandera del disco: empieza con un robusto bajo y cierto aire ochentero. Su estribillo (“Perdida como un perro voy, en busca de aventuras”) te desarma. “No soy ninguna santa”, canta Eva. Robin Hood es el único tema acústico, que va creciendo para convertirse también en otro de los aciertos del álbum. Hasta aquí las joyas de la corona. Pero hay más: sorprende el sonido country rock de Si las calles pudieran hablaruna canción de desesperación cargada de luz: va sobre una chica bien que acaba tirada en la calle por culpa de la droga.
Hacia lo salvaje también tiene momentos, digamos, fácilmente prescindibles. Ocurre en Como un martillo en la pared, la canción que seguramente compusieron inspirándose en el 15-M, ya que se respira el mismo aire revolucionario que vivían ellos en su estudio al lado de la Puerta del Sol, en Madrid, cuando grabaron el disco. O como en Hoy es el principio del final, el tema más Amaral del disco que, pese al sorprendente falsete de Eva en el estribillo, podría haber sido una cara B de sus anteriores trabajos. Pese a todo, Hacia lo salvaje es personal, a veces inquietante y difícil, pero notable. Tiene la virtud de mostrar el honesto estado actual del grupo: Amaral ha quitado el freno de mano, ha evitado repetirse (gran mérito) y ha hecho lo que le ha dado la gana. Lo han conseguido y merece la pena.

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Y aquí los enlaces con mis canciones preferidas :)

COMO UN MARTILLO EN LA PARED: http://www.youtube.com/watch?v=iRf-4pPIZ50

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Ya por último, el sorprendente y distinto videoclip de su primer single, hacia lo salvaje :)

Thanks for reading :)