domingo, 1 de diciembre de 2013

Curiosidad científica: El Salmón AquAdvantage

Parece ser que Canadá se lanza a la aventura de comercializar el salmón transgénico AquAdvantage, tal y como han publicado varios medios de comunicación:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/27/actualidad/1385585159_073743.html

Esto me recuerda a cuando aún había menos información, y yo me vi en la tesitura de tener que hacer un trabajo sobre este salmón. Sencillo y para toda la familia, salvando algún pequeño detalle técnico, aquí queda resumido para todo aquél que tenga curiosidad.
Tras el desarrollo del primer pez transgénico en los 90, se investiga cada vez más profundamente este tema. Salmón, trucha, tilapia, pez plano del Ártico… han visto alterada alguna característica de su código genético que les ha conferido mayor tasa y velocidad de crecimiento, resistencia tanto a las condiciones ambientales como a las enfermedaes y necesidades alimenticias menores. Últimamente, estos adelantos se han rendido a las exigencias de la moda con los llamados peces ornamentales.
Dentro de todas aquéllas especies sobre la que se investiga, llama la atención el salmón, rodeado en la actualidad por la controversia sobre la posible comercialización del llamado AquAdvantage, producido por la empresa AquaBounty, que podría ser el primer animal transgénico que se produjese para consumo humano. Éste es un salmón atlántico, resultado de una probeta, que porta el gen de la hormona del crecimiento del salmón chinook controlado por el promotor y por la región 5UTR del gen de la proteína anticongelante tipo III del “ Zoarces Americanus “, otro pez similar a una anguila. Con esto se logra un crecimiento más veloz de lo usual, ya que con esas modificaciones la hormona del crecimiento se expresa de forma constante al inicio del desarrollo del pez, lo que acelera su evolución en estas fases, aún cuando las temperaturas del agua son muy bajas, ya que esa hormona en peces normales sólo se expresa en épocas de calor. Estos salmones, que adquieren mejor tolerancia al frío, no van a crecer más que los otros, si no que ese crecimiento será más rápido (en la mitad o dos tercios del tiempo que tarda el salmón no transgénico), revolucionando la industria y el mercado y reduciendo la inversión para comercializarlo. 
Sin embargo, para su producción son necesarias las siguientes medidas: 
     •  Sólo criarían salmones hembra triploides (tres juegos cromosómicos), nunca diploides (dos), lo cual implicaría su infertilidad (para que si se escaparan no pudieran aparearse con otros libres), y en cautividad. 
     •  Como restricción, todos estos salmones crecerán en agua dulce a 8 grados la mitad del año, con alzas de 13-14 en algunos meses de verano. En agua de mar, y con otras temperaturas podrían ser más rentables, pero de momento la empresa AquaBounty lo considera un riesgo. 
A pesar de todas las ventajas que ofrece y las precauciones que se establecen para su producción, la discusión está servida. Por ejemplo, el hecho de utilizar únicamente hembras triploides (que son estériles), llevaría a las empresas a la dependencia de un tercero, lo cual comprometería el mercado. Por otra parte, se desconocen aún diversos puntos sobre su efecto hacia el entorno natural (en el ecosistema, la cadena trófica…) y se debate todavía la viabilidad de su consumo. 
La FDA (Food and Drugs Administration), encargada de dar el aprobado al proyecto, ha llegado a tener una respuesta muy cercana al sí, pero algunos expertos han asegurado que los datos científicos que AquaBounty da no bastan para asegurar el inocuo consumo del salmón transgénico. Al margen de esto, si llegara el tan esperado aprobado, la otra parte del debate se centra en si debería o no llevar este alimento algún etiquetado especial. Mientras que la empresa creadora asegura que su salmón es idéntico al natural en color, sabor y contenido en proteínas, minerales, vitaminas y demás nutrientes, por lo que no debería llevarlo, no todos opinan igual, siendo muchos los que se oponen a esto. Así pues, la polémica continúa. 
Como última nota, decir que aparece también el supersalmón, un salmón que, utilizando la misma técnica que en el caso anterior, es capaz de alcanzar de dos a seis veces el tamaño de uno normal.

sábado, 12 de octubre de 2013

¿Eres humano, o al menos quieres serlo?

Hoy posteé esto en facebook: 

"El mundo no está loco, son muchas de las personas que lo "dirigen" las que lo están, son las personas que consienten todo las que lo están, son las personas que miran para otro lado las que lo están. Yo estoy cuerdo, quizá, por no consentir, por no mirar para otro lado, aunque, como bien sé, para la mayoría soy yo el loco."

Ocurre en ciertos momentos que me siento cansado, siento hastío de la gente, y al mismo tiempo me siento privilegiado. Esto último puede sonar petulante o soberbio, pero el hecho de ser una persona cuyas conexiones neuronales y corazón le hacen preocuparse por cómo está la situación, por cómo hay tantas desigualdades, por cómo se vulneran los derechos humanos, por cómo destruimos el planeta a marchas cada vez más aceleradas... me hace sentir comprometido y humano. Yo hace tiempo que dejé de considerar humanos a muchos de todos esos seres físicamente similares a mí que hacen su vida a mi alrededor, no creo que se hayan ganado tal cumplido. Es triste, pero es cierto.

Así pues, me entran las ganas de comerme el mundo, me siento útil, porque hay tantas y tantas cosas que se pueden hacer para ayudar... ¡Y quiero hacerlas todas! ¿Qué sentimiento más humano puede haber que la preocupación por el prójimo y por el ambiente que nos rodea? Yo creo que ninguno. Sin embargo, y lo admito, me aturullo. Pasas tanto tiempo desarrollando tu vida, tu carrera y todas tus cositas, que apenas queda tiempo para dedicarle a la abnegada voluntad de echar una mano a tu vecino. Y ves que el tiempo pasa, sientes impotencia, y te preguntas si estás haciendo las cosas como realmente debes, si merece la pena hacer que este planeta progrese en nuevos campos por descubrir cuando hay tantas y tantas carencias en tantos campos mil veces explorados.

Yo no me declaro un Santo ni mucho menos, porque es tanta la facilidad con la que estas preocupaciones planean sobre nuestras cabezas sin posarse en el nido... Pero, al menos, periódicamente vuelven. Y me hacen moverme, clamar al cielo, y querer ser mejor. Evidentemente, en nada me ayudaría vivir en un constante sentimiento de amargura, se necesita una balanza que funcione correctamente.

¿Y por qué ahora este texto, podría preguntarse alguien? Porque hoy, viendo la "emoción" de ser español que algunos manifiestan en nuestro país (un país donde se minimiza la cooperación internacional, donde ya hay gente que muere de hambre, donde muchos seres (que no humanos) miran por sí mismos y consideran su ombligo el centro del mundo, donde se retrocede en derechos, donde las personas son secundarias, ¡donde las cosas no funcionan!) mi instinto escritor más básico ha aflorado para decir que, aunque yo también desearía estar orgulloso del cacho de tierra en el que vivo porque está lleno de seres humanos, no puedo, porque aunque alguna cosa buena hay por aquí, está tapada por la mierda que la rodea.

Así que twiteemos todos (en vez de #SomosEspaña), un hashtag que declare nuestra voluntad de mejorar. Ahora #SomosEspaña, mañana quizá algo mejor.


jueves, 7 de marzo de 2013

Una pincelada más.

Ya hacía un tiempo que había vuelto a dejar el blog, y tocaba darle de comer y beber, no sea que se vuelva a quedar en el olvido. Incluyo esta vez el microrrelato con el que participé en el I concurso de relatos "Sobre la Mujer". Participar nunca está demás, así pues, ahí va :)



LA LOLA SE VA A LOS FUEGOS

Se irguió trabajosamente, como si sendas losas de hormigón disfrutasen de unas merecidas vacaciones sobre sus hombros. Decidida, se dirigió a la ventana y la abrió. Inspiró profundamente, mientras desordenaba graciosamente los infinitos bucles que poblaban su cabeza. Espiró con suavidad, cual terciopelo al tacto.
Notaba como poco a poco la calma retornaba, mientras los recuerdos del pasado 4 de abril se disipaban y abandonaban tras de sí tenues volutas de humo, apresurados vehículos por la vía de escape recién abierta.
Su casa había ardido ese día, polichinela de las crecientes llamas. Fue una ardua tarea como madre y una trabajada victoria como profesional del fuego, pero las llamas cesaron y su hija seguía a su lado. Como siempre.